Bajo el marco de los objetivos generales del programa, como son la puesta en valor y dignificación del trabajo de las productoras locales, de la importancia del consumo de productos de cercanía y los beneficios que ello conlleva para la salud, tanto de las consumidoras como del medioambiente, de nuestro entorno y de la propia economía local, arrancamos el trabajo con los centros educativos para la implementación de la actividad del huerto escolar. Y ahora mismo nos encontramos en lo que desde la Fundación Edes llamamos la “Fase I”.
Esta fase la dividimos en 2 líneas principales de trabajo.
Por un lado, una parte más formativa, técnica, de acompañamiento y encuentros con el profesorado de los centros participantes, como primera toma de contacto con la propia actividad agraria ecológica, de cara a la puesta en marcha y mantenimiento del huerto para el próximo curso escolar. Conociendo conceptos básicos, adaptando el calendario agrícola al calendario escolar, la distribución de tareas que va a ser necesario realizar mes a mes, labores auxiliares específicas de los cultivos a implantar, …
Y por otro lado, una parte más enfocada a la propia organización de la actividad del huerto, tratando de establecer pautas y acercar herramientas que puedan facilitar la formación de los grupos responsables, la definición de los objetivos pedagógicos a trabajar en torno a él, la horquilla de edad del alumnado con el que se va a llevar a cabo, …
Paralelamente, vamos elaborando herramientas que les puedan servir de apoyo o consulta de cara al trabajo en el propio huerto, recogiendo necesidades, opiniones e intereses, conociéndonos y conociendo los espacios disponibles, recursos y posibilidades con las que cuenta cada equipo y cada centro, Tratando de avanzar y de facilitar el diseño del futuro huerto, adaptado a gusto y necesidades de cada una.
Cada centro cuenta con sus características y peculiaridades particulares a las que hay que ir adaptándose (disponibilidad de espacios, edad del alumnado, objetivos pedagógicos, posibilidad de trabajo transversal a los proyectos del centro, …)
La verdad es que estamos muy contentas porque nos estamos encontrando con mucha participación e ilusión y creemos que, a pesar de que sabemos que para los centros puede suponer un esfuerzo, especialmente al principio, el ir implementando la actividad a mayores, estamos seguras de que va a salir muy bien y de que tendrá mucho recorrido a largo plazo.
También creemos que se van a establecer sinergias muy interesantes, tanto entre los grupos de alumnado y profesorado como con las productoras locales, las familias y la población de Ribadeo en general. Lo que va a contribuir a la visibilización y sensibilización de los valores que como comentábamos promueven los objetivos del programa, apoyando a los proyectos productivos locales y su importantísima y necesaria labor para todas, aportándonos alimentos sanos y de calidad, tan característicos de nuestra zona. Y todo ello, reforzado por la importancia de empezar desde edades tan tempranas, naturalizándolo ya desde la etapa escolar.