Las legumbres son un cultivo muy beneficioso, tanto desde el punto de vista medioambiental (como cultivo asociado o de cobertura, aumento biodiversidad, protección frente a plagas y enfermedades, capacidad de fijar nitrógeno atmosférico en el suelo) como desde el nutricional (fuente ideal de proteínas y fibra), además de que ayudan a aumentar la resiliencia de los proyectos productivos, por su escasa huella hídrica, contribuyendo al desarrollo de sistemas alimentarios más sostenibles.
Estas semillas constituyen ya una seña de identidad del campo asturiano. Por todo ello, en Finca El Cabillón las legumbres suponen un cultivo al que le dedicamos mucho tiempo y cuidado durante una gran parte del año, por lo que en este día queremos poner nuestro granito de arena para contribuir a la sensibilización y visibilización de todos sus valores (cuidado de nuestros suelos, mitigación de los efectos del cambio climático, abrir camino hacia sistemas alimentarios más sostenibles, inclusivos y resilientes). Para ello, Lucía y Mónica, trabajadoras veteranas de Finca El Cabillón, nos cuentan su experiencia con el cultivo de estas legumbres, en cuyo caso cuentan con los sellos del COPAE, la IGP Faba Asturiana y hasta algún reconocimiento a su calidad y sabor:
“Las variedades que plantamos son: verdina, faba de la granja, faba del vino, negritos, fabois y rollius.
Sembramos las fabas en mayo, desherbamos a mano y con escardador y luego cogemos la faba verde primero y después la seca.
La faba seca se recoge y la metemos en un invernadero a secar.
Luego la mallamos, la aventamos y después la metemos en el congelador para matar el bicho.
Después la sacamos del congelador y la escogemos en la mesa del altillo de la nave para venderla.
La vendemos en mercados, en ferias, en la tienda y para los pedidos. La vendemos en saquitos y a granel.
Después de recogerlas, recogemos las varillas de la finca y rotamos los cultivos.
Separamos unos kilos para semilla y les ponemos carteles”.
Mónica y Luci